La decoración de interiores con estilo clásico es un
ejemplo de sofisticación y refinamiento. Los ambientes se visten con
elegancia y los ornamentos se convierten en piezas de arte, para este
estilo que es sinónimo de buen gusto y elegancia.
Los materiales
nobles son los favoritos, maderas como el roble, el haya y el cerezo;
porcelanas, cristales, bronces, están presentes en la decoración. Las
telas ricamente trabajadas, como brocados, sedas, terciopelos, son las
ideales para la tapicería.
Los colores claros son más adecuados para
esta tendencia, los tonos crema, verdes, grises, amarillos, contribuyen a
crear un ambiente sereno y suntuoso.
Aquí os dejo una serie de intrucciones a seguir:
El estilo clásico,es una de las principales
características del estilo clásico es la abundancia de elementos, que
provocan la sobrecarga de los ambientes. La simetría es la regente de la
decoración.
Los muebles antiguos son los favoritos, pero también admite muebles clásicos en maderas nobles de fabricación actual. Se trata de elementos macizos de roble, caoba o cerezo, con frisos y escayolas.
La ornamentación con cuadros de marcos labrados, portarretratos,
cubertería de plata, candelabros, porcelanas, objetos de plata o alpaca,
pequeños muebles auxiliares, alfombras,lámparas de pie,aporta un toque de distinción y lujo.
Los cortinados tienen un papel dominante en la decoración clásica.
Son pesados y dobles, colgados de barras de bronce o madera tallada.
Entre el mobiliario, se destacan las butacas, sofás, sillas, mesas de
patas torneadas, bibliotecas, todas en maderas nobles y muy trabajadas.
Los ambientes son amplios y se encuentran recargados de objetos
exquisitos, como mesas auxiliares, alfombras orientales, librerías y
armarios.Estos espacios poblados de objetos, requieren de una
iluminación indirecta, para evitar las sombras marcadas.
Las paredes del estilo clásico adquieren protagonismo,recubriéndose de cuadros en marquetería, o con papeles pintados.
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